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miércoles, 14 de febrero de 2018

La lucha contra los elementos




Hace poco, el Presidente del Gobierno tenía uno de esos arranques de sinceridad que lo convierten en un estadista sin parangón en la Europa desarrollada, y así, lanzado por la pendiente de la más obscena verborrea, recomendaba a los ciudadanos que ahorrasen para complementar pensiones y mejorar la educación de sus hijos. La gracieta, sin proponérselo el hombre, era un torpedo en la línea de flotación de ese nefasto invento llamado Estado del bienestar: ¿para qué, entonces, se pagan impuestos si el Estado no garantiza el maravilloso producto que te vende a precio de oro? Nadie, en aquel foro tan reputado, osó hacer esa pregunta al Presidente cuando éste soltó tal ventosidad dialéctica.

La lectura de todo esto es que se vive en un Estado que no garantiza aquellos servicios mínimos que te obliga a pagar de manera coercitiva so pena, casi, de interdicción. Ello hace que la gente deba buscarse la vida como buenamente pueda, pagando otros servicios que subsanen la estafa previa, ya sea en planes de pensiones, ya sea en colegios privados o concertados para los hijos. Un ejemplo de ello es la empresa Desokupa, recientemente creada, y plagada de éxitos, para desalojar ocupas de inmuebles y retornar éstos a sus legítimos propietarios o poseedores. Si el Estado no garantiza la propiedad y su posterior recuperación cuando ha sido incautada, los afectados han de recurrir a un recuperador privado: lógicamente, el coste no es cero, pero los buenos resultados compensan con creces la inversión. Lástima que no exista apoyo legal-España sería un país decente si lo hubiese-para pasar la factura al Estado vago e incompetente.

El caso contrario, en materia de ocupaciones, lo tenemos en el SAREB, Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, uno de esos zarpazos al erario público con los que, según los turiferarios del Régimen, el Presidente salvó la economía española, y con ella la nación, de una intervención europea. Dicha mercantil, y al albur de una pequeña reforma legal en materia de usurpación de inmuebles, ha decido inundar los juzgados con denuncias que pretenden recuperar aquellos pisos-ahora ocupados por el primero que pasa, y en muchos casos casi indigentes-que quedaron en situación de abandono tras la explosión de la burbuja. Entre unas cosas y otras, y en muchas ocasiones por la mala estrategia procesal del propio SAREB, los resultados no son los esperados, lo que desemboca en muchas absoluciones de los ilegítimos ocupantes. Diremos pérdida de tiempo, pero no de dinero para los denunciantes, pues pese a tener millones y millones de euros en activos inmobiliarios no se gastan un solo céntimo en abogados con los que personarse en los juicios, cargando el muerto de la defensa de sus intereses en el Ministerio Fiscal, por lo que bien podemos concluir que el coste de la broma es para la Justicia, o sea, el contribuyente.

He aquí, a modo de corolario, dos ejemplos con resultados dispares que demuestran a las claras  lo que siempre hay que hacer ante la incompetencia del Leviatán, y siguiendo, claro está, los generosos consejos del Presidente: buscarse la vida. Como sea.

8 comentarios:

Aitor Mento dijo...

Y seguro que la SAREB ni paga las cuotas de las comunidades de vecinos, como hacian los bancos antes de transferir a esa sociedad los pisos que se quedaron.

Pero oh, albricias, esa eminencia procedente del hundido Lehman Bros., Luis The Windows, pronto sera vicepresidente del Banco Central Europeo.

Reinhard dijo...

Cierto, Don Aitor: no paga las cuotas de comunidad de ninguna de las maneras. Si acaso, cuando consiga vender el piso, llegando a alguna clase de apaño con el comprador. Y eso porque está obligado por el notario-estar al corriente de pago de cuotas de comunidad-para cerrar la compraventa. Pero mientras tanto, ancha es Castilla.

Fuga dijo...

joder....superior REINHARD

plas plas plas.....

Reinhard dijo...

Gracias, Fuga, pero es que éste era un palo que quería tocar desde hacía tiempo, y al ver ayer la noticia de la empresa Desokupa en LD, me dije, allá voy.

Sólo una anécdota que demuestra la incompetencia del SAREB: esta gente ha perdido juicios de este tipo por no acreditar en el juzgado la titularidad del inmueble, o sea, por no llevar una simple escritura de propiedad. Eso sí, el precio lo pagamos todos a escote. Faltaría.

tolerancio dijo...


inmejorable la reflexión acerca del cachondeo de la "okupación" y de la desidia del gobierno en la materia, cuando no colaboración directa de las autoridades en el caso de algunos poderes locales... y del filón que, por incompetencia, se abre a la citada empresa que ya ha sido objeto de furibundos ataques, cómo no...

Fuga dijo...

flipo con lo que explicas del SAREB....

Reinhard dijo...

No exagero, Fuga: ni siquiera cumplen con el requerimiento fehaciente al ocupante para que se vaya, sino que buscan una inmobiliaria de la zona-vete a saber cuánto le pagan-para que se presente en la vivienda y entregue un papelito al que abra la puerta para que se vaya. Ya está. Como queda claro, un dechado de competencia y saber hacer.

t dijo...


me pasa lo que a fuga con lo que cuenta usted del sareb... es para mear y no echar gota