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domingo, 1 de marzo de 2015

Sin sorpresas



Estaba cantado que el juez Vidal tendría una sanción por su redacción de la Constitución catalana, de ahí que el hombre afirme que se pasa a la política sin decir si va a recurrir o no esa decisión.Curiosamente, esa suspensión por tres años llega casi al mismo tiempo que el Tribunal Constitucional sentencia lo obvio, que aquella consulta no se ajustaba a la carta magna. Un idiota nos diría que todo esto demuestra que las instituciones funcionan, mientras que un turiferario del gobierno y su partido nos aseguraría, no sin cinismo, que ello es la evidencia de la firmeza de Mariano y sus gentes frente al desafío separatista, no en vano son ellos los que han puesto al frente de ese tribunal y del Consejo General del Poder Judicial a gentes de su cuerda. Sólo el escéptico se encoge de hombros a la espera del siguiente acto de esta comedia mientras evoca la justicia poética de la sanción: el juez Vidal se va de la carrera judicial como entró, a dedo.


2 comentarios:

tolerancio dijo...


creo que la votación "sancionadora" estuvo reñida, o eso me ha llegado...

Reinhard dijo...

Sí, me cuentan fuentes de la máxima solvencia que casi llegan a las manos los dos bandos del Consejo. Se escucharon expresiones como "y tú más, ya no te ajunto, caca, culo, pedo, pis". Horrible, sin duda.