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jueves, 9 de enero de 2014

De la insoportable obscenidad de algunas cosas



Si algo caracteriza de verdad al Caso Nóos, paradigma de la corrupción institucional, eso es la insoportable obscenidad que sobre él sobrevuela constantemente. Porque obscena es la actitud del fiscal en su lucha denodada porque la Infanta se vaya de rositas sin pisar la rampa del Juzgado de Palma, y tanto es su empeño en ello que ha hecho suya la doctrina del funesto Bacigalupo, aquélla que asociaba, cuando se tratada de personajes notables, imputar, o inculpar, con estigmatizar. Parece que aquellas palabras del monarca sobre la igualdad de todos ante la ley iban referidas al hijo del vecino.

Obsceno es que aparezca el jefe de la Casa Real, casualmente el mismo día del aquelarre proetarra en el matadero de Durango, para exigir que acabe ya de una vez-sólo le faltó añadir ¡cabrones!-la instrucción de una causa tan compleja como la que lleva el juez Castro, un hombre al que muchos ya no saben cómo difamar, ya sea por carácter campechano, ya sea porque accedió a la judicatura por esa puerta de atrás que es el cuarto turno, como si el Rey o su hija hubiesen accedido al cargo tras dura oposición, o elección por el populacho.  

Más obsceno, si cabe, y por aquello de que no hay ética sin estética, es que la defensa de la Infanta se encargue a un jurista de reconocido prestigio, todo un padre de esta poco agraciada Constitución que trabaja con ahínco por la secesión de Cataluña, lo que avala que el Rey y su entorno ya sólo pretenden salvar el culo, siéndoles indiferente el precio a pagar, o que el Reino que un día se herede sea un poco más pequeño de lo habitual.

Y obscenos, en fin, gacetilleros y tertulianos que, abonándose a la justificación de los medios por el fin deseado, una estabilidad que sólo beneficia a unos cuantos, proponen correr un tupido velo sobre el papel de la Infanta en una trama que por encima de otras consideraciones evidencia, como gusta decir a Pérez Reverte, que aquí faltó guillotina. Aunque puestos a salvar tan gloriosa y necesaria institución, siempre tendremos al solícito Marhuenda dispuesto a ofrecerse para lo que haga falta, aunque sea de paje, o de palanganero.

12 comentarios:

Señor Ogro. dijo...

Con FJL está Marhuenda, que tipo, que deseos de desgastarse la lengua lamiendo culos. Es infame.

tolerancio dijo...


marhuenda es incansable en sus labores de doméstico. Hoy, sin ir más lejos, se deshace en elogios para Fdez Díaz, tras la versión PP del caso faisán que acaba de escenificarse, sustituyendo en esta ocasión el teléfono que le pasó el poli al enlace etarra por un anuncio en twitter. "que sus vamos a detener..."... hay que ponerse al día con lo de las redes sociales...

Reinhard dijo...

Mucho se habla del sueño americano, pero Paquito demuestra que existe el sueño español: nunca un incompetente llegó tan lejos, ni siquiera aspirando a ello. Pero así está el patio, que éste es un think tank de la derecha española. Bueno, del centro. No, de la socialdemocracia.

Aitor Mento dijo...

Otras más que lamer culos, que lo mismo lo hace "en la intimidad", se dedican a descalificar a los demás sin mirarse primero a sí mismas.

Me refiero a Cristina Losada en concreto, llamando en LD a Miguel Ángel Revilla "estafador intelectual". Que no digo yo que no lo sea, como la inmensa mayoría de los populistas. Pero lo dice una juntaletras que jamás critica a los mayores estafadores del momento, que son el Gobierno.

Aparte de ineptos y de think tank, creo que el fondo de reptiles sigue funcionando que es un primor.

Aitor Mento dijo...

Y mientras tanto, el ínclito Marhuenda echa a gente de su periódico por discrepar.

Reinhard dijo...

Muchos juntaletras, Don Aitor, viven de este chiringuito. Imagine que el chiringuito se viene abajo y se tienen que poner a trabajar de algo serio. Un drama.

Fuga dijo...

Marhuenda, burdo arribista y grotesco cortesano, su baboso editorial sobre la Infanta y el juez Castro debió joder bien en la Casa Real…hasta para lucir de lameculos de la peor condición hace falta algo de talento. Un mínimo exigible. Al bardo de la lira desafinada no se le ocurrió mejor fórmula para desacreditar al juez que afearle la falta de estilo en el vestir. Muerte civil por chaqueta gastada. He ahí el taimado pero brillante producto de la maquinación de Marhuenda, el alegato final en defensa de la Infanta. Cuando tipos así militan en tu bando lo aconsejable es la rendición sin condiciones al enemigo.

Vaya nivel.

Y pocos días antes en EsRadio se desquitó con el peor estilo contra Vidal-Quadras, con una serie de veladas amenazas que recordaban las invectivas de una adolescente histérica contra la envidiada lista de la clase. Algo vergonzoso. Vale la pena escucharlo. Un derrame de bilis digno de atención médica.

Espero que mañana Vidal Quadras no deje de responder al grimoso mierdecilla…

Hoy no lo he escuchado. Todo hombre tiene un límite de aguante.

Señor Ogro. dijo...

Me toca sacar la lanza para defender a la gran Cristina Losada, que creo es de lo mejor del columnismo patrio.

No saco estadísticas de a quien dirige sus dardos, pero aún no la he visto lanzar una lametada al culo del gobierno.

Reinhard dijo...

Si de estética se trata, Fuga, podríamos hablar de los pelos y el peinado de Marhuenda, pero nos basta su estupidez.

No sigo la tertulia de FJL: ¿por qué lleva a este sujeto? ¿para que la audiencia eche unas risas a su costa?

Aitor Mento dijo...

Saque lo que quiera, Ogro, que a Losada se le ve el plumero desde hace exactamente dos años, en que el PP subió al poder.

Aitor Mento dijo...

Don Reinhard, está usted en lo cierto. A Paquito Marhuenda lo tienen de atracción de circo hasta los medios de derechas.

Fuga dijo...

Así es Reinhard.
En la derecha peronista, lerdilla, satisfecha, la derecha de los lugares comunes y de esa gris autocomplacencia que Revel identificaba de ‘esnobismo de la falsa inteligencia’, se adora a Marhuenda.

Y hay otra derecha que se peta de risa del Paquito y de paso de toda su provinciana cofradía.

Hay mucho humor y mala leche en invitarlo al programa, eso seguro.