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jueves, 15 de agosto de 2013

Ocio


Sin preocupación alguna por la castaña de Gibraltar, que ni me va mi me viene, y tras escuchar a la superdelegada del gomierdo en Madrid afirmar sin rubor alguno que ella cree-nos han jodido!-en el sistema, lío el petate y parto en busca del ocio más elemental. Pásenlo bien.  A la vuelta, afrontaremos-el Ostfront no da tregua-otra Diada. La última antes del mágico 2014. Agur.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Lecturas para un verano


Leo en un digital que Mariano Rajoy dedica los días de este inclemente verano a leer la novela histórica Victus, de Albert Sánchez Piñol, una recreación del asedio de Barcelona durante la Guerra de Secesión. Afirma el presidente que la obra, pese a estar escrita en clave nacionalista, le resulta interesante. Uno, que es de ideas fijas, sólo imagina a Mariano leyendo la prensa gallega, el Marca y la Ley Hipotecaria, obra de finura jurídica esta última a la que las hordas de desahuciados no han logrado meter la mácula de la dación en pago, por lo que barrunta que Victus ha llegado a la residencia veraniega de la mano de Viri, no en vano son las mujeres las mejores lectoras de este género tan de moda. Pero como uno ya conoce el valor de las palabras del gallego, quien no tiene reparo en mentir en el parlamento sobre su relación con Bárcenas, sospecha que su lectura de la obra de Piñol no es más que una boutade sin gracia alguna. O lo que sería peor, un guiño, otro más al estilo Montoro con el déficit, a los nacionalistas catalanes ante la próxima Diada.

lunes, 12 de agosto de 2013

El carguismo


Leo por ahí que Josep Piqué ha sido destituido como presidente de Vueling, lo que para los sufridos usuarios de la compañía , como para los votantes del PP en su día, es la evidencia de que no hay mal que cien años dure. Piqué es como Martín Villa, que ya desde los tiempos universitarios fue chupando de la cosa pública y ahí sigue como si tal cosa: en el caso del catalán será cosa de la genética, pues su señor padre fue el último alcalde franquista de Vilanova i la Geltrú, su localidad natal, otra muestra de que en Cataluña el tránsito del régimen anterior al flamante catalanismo de Pujol y asociados sólo consistió en echar un vistazo al armario y escoger otra camisa más presentable. Josep Piqué, como el presidente de la patronal española y tantos otros ingenuos, se ha pasado toda la vida buscando el encaje de Cataluña en España, pero lo único que ha encontrado, y es digno de admiración, es su propio encaje en el coche oficial. De ahí no se ha movido, ni se moverá: es el carguismo, toda una vocación.

viernes, 9 de agosto de 2013

Memorias de un charnego...sobre el PPCatalà



Ando saboreando, en pequeñas dosis, y con la debida tranquilidad, el último libro de Gregorio Morán, La decadencia de Cataluña...contada por un charnego, una recopilación de sus artículos en La Vanguardia. Se trata de aquellas Sabatinas intempestivas de tan grato recuerdo, brillantes crónicas que ofrecen un demoledor retrato de la sociedad catalana de los últimos veinte años y que tan poco graciosas resultan a los turiferarios y paniaguados de un régimen, el creado por Pujol y aceptado por casi todos, que se mueve entre entre el delirio más ridículo y la estupidez más enquistada.

Mediada la obra, me encuentro con un artículo del año 2003 que resume muy bien qué es, que ha sido y que será el Partido Popular en Cataluña y que lleva por título Josep Piqué, tacita a tacita. He aquí su arranque incisivo y que tan actual resulta:

La trayectoria del Partido Popular en Cataluña durante los últimos años me recuerda a aquella leyenda tan celebrada en Barcelona del matrimonio de burgueses que desde un palco del Liceo van echando el ojo a las damas de tronío que exhiben su palmito en la platea. En un momento dado, la señora, deteniendo sus gemelos sobre una mujer esplendorosa, que ella sabe es la querida de su esposo, se vuelve a él y, confidencialmente y con sonrisa cómplice, le dice: "La nostra és la més bufona". Un comentario privado que sería interpretado como una provocación de haberse hecho en público. Muy parecida es la vida social del Partido Popular en Cataluña y su relación con Convergència i Unió. Es la querida de un matrimonio que simula estar bien avenido, el de Convergència con Unió, que cumple lo que se exige de ella  en los momentos de necesidad perentoria. A partir de ahí es fácil entender por qué Vidal-Quadras carecía de ese espíritu que demanda ser amante y no señora a la antigua, y por qué los hermanos Fernández o el amable Lacalle parecen haber nacido, dicho sea sin ánimo de ofender, para servir.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Economía sumergida


Gracias al amigo Aitor Mento descubro que este gomierdo ha puesto en marcha una oficina para que cualquier persona pueda delatar de forma secreta a su vecino si sospecha que éste trabaja en la economía sumergida. ¿Y qué es la economía sumergida? La economía sumergida es una España que huye en estampida cada vez que se pone en marcha una operación salida, y son unas cuantas al cabo del año, y que llena a reventar bares y hoteles cada vez que un festivo se añade al fin de semana. Pero economía sumergida es también ese diputado nacional que cobra dietas por alojamiento en la capital del reino cuando en esa misma ciudad tiene dos o tres inmuebles de su titularidad: nada que ver, así parece a simple vista, con el padre de familia que cobra cuatrocientos pavos al mes y echa unas horas en un tajo para mantener unas cuantas bocas. Economía sumergida es también pagar una pasta a un fulano como Carromero mientras se toca el ciruelo y cuenta sus paranoias, suponemos que gratis, en el diario de PedroZola. Nada nuevo en materia de inmersiones, que ya lo estableció así, mutatis mutandi, aquel genio de Siracusa: todo cuerpo político y generalmente amorfo que se sumerge en la cosa pública experimenta un empuje en su cuenta corriente igual al peso del volumen del dinero del contribuyente que ha esquilmado. Ya lo saben: si sospechan, aunque sea sin fundamento, de algún sujeto de esta naturaleza, llamen sin dilación al madero más cercano.


lunes, 5 de agosto de 2013

Novela negra de serie B


Sabido es que pocos diarios se venden en agosto, de ahí que algunos se lancen por la serie B de las exclusivas para maquillar un poco unas ventas. El Mundo saca una entrevista con el desocupado Carromero y ya tenemos una versión de lo ocurrido de la propia mano del autor: por él sabemos que lo suyo en Cuba fue una encerrona del régimen comunista para acabar con Oswaldo Payá. Queda la duda de si también pretendían acabar con la vida del otro opositor, Harold Cepero, de un sueco que también medraba por allí, o del propio Carromero, personaje a todas luces hostil al castrismo. Extraña que unos servicios secretos tan implacables no se preocupen también de dar el pasaporte a mejor vida a dos testigos tan incómodos, si bien a Carromero nadie hace mucho caso y el sueco anda por su país haciéndose el ídem, por no hablar del detalle más bien oscuro de que nuestro hombre afirme que pierde el conocimiento tras el accidente pero que sabe que los dos opositores cubanos estaban todavía con vida. Sería deseable que de una novela negra tan poco aseada como ésta que nos brinda PJ no hiciese el periódico una entrega por capítulos, castigo añadido e innecesario para un público zarandeado por el calor que celebra con alegría que el protagonista de la historia esté sano y salvo y perfectamente reinsertado en la noble mamandurria y que para el género negro, eso es lo importante, prefiere unos clásicos que no pasan de moda y cuyas tramas jamás cojean.

jueves, 1 de agosto de 2013

Hacer país


La negativa de la Comunidad de Madrid a tragar con el déficit a la carta, una sandez que permite mayor margen de maniobra a las comunidades más derrochadoras, ha provocado que el recaudador Montoro afirme que así no se hace país. Uno de los éxitos de la progresía, y también del nacionalismo, es la perversión del lenguaje: así, lo que para este sujeto es construir y sumar en realidad no es otra cosa que destrozar aún más lo poco queda de esto. Pero el ministro, un socialdemócrata al uso con aires chulescos, va más allá y utiliza una de las expresiones, fer país, mejor conseguidas del pujolismo, lo que a medio camino entre la liturgia y la retórica constituye el colofón perfecto a la concesión de un mayor privilegio fiscal a Cataluña. Cuando Mas salga al balcón y declare unilateralmente la independencia, Montoro le dirá al fiscal general que no incordie y deje hacer país. Eso si a Torres-Dulce no le coge el evento en un cineforum. País.