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martes, 30 de julio de 2013

Humor negro y el seny



Que un diario nacionalista catalán aproveche la más mínima ocasión para mofarse de España es normal. Que esto se haga cuando hay decenas de muertos tras un accidente puede resultar repugnante, pero no es extraño en un país que utilizó los muertos del 11-M para cambiar un gobierno. Lo que sí llama la atención es cómo el autor de la viñeta y el medio que la publica cambian el tercio en el tratamiento de la tragedia cuando se trata de soltar otro zarpazo al enemigo secular. Porque si bien los muertos estaban repartidos por toda la geografía española, parecía que el drama sólo era de Galicia: un presidente autonómico que sólo hablaba en gallego, una televisión pública que colgaba la imagen del lazo negro sobre la bandera de esa taifa y algún diario-catalán, para más señas-que con grandes titulares nos decía que Galicia lloraba. Pero tras la tempestad siempre llega la calma, y los muertos son buenos si a la vez son útiles para los contenciosos que cada uno mantenga. Quizá durante una horas todos, más o menos, hemos sido gallegos, lo que no deja de ser otra forma, grotesca como todas las demás e incluida la catalana, de ser español. 

domingo, 28 de julio de 2013

Culpable



Reunidos en sesión solemne y en diferentes espacios, los tertulianos fallamos que debemos condenar y condenamos...

Haciendo, como es inveterada costumbre, las veces de juristas y, en este caso, también las de ingenieros, el gremio de tertulianos tiene ya claro que el maquinista es culpable de la tragedia de Santiago, o de Galicia, que queda mejor, aunque los muertos sean de diferentes lugares de España, desde un punto de vista autonómico y constitucional. Han hurgado en las redes sociales y exhiben algún que otro comentario jocoso de nuestro hombre sobre la alta velocidad como prueba irrefutable de que un loco quiso burlar las leyes de la física y acabó por lograr que el presidente del gobierno dejase su confortable sillón, el puro y el Marca antes del primero de agosto. Nuestros gárrulos de la TDT hozan en el drama y no precisan de los resultados de las diferentes investigaciones que hay en marcha, por lo que ya han dictado su inapelable condena, ignorando que el hasta ahora anónimo trabajador de Renfe ya  ha sido condenado por el más severo de los jueces, la propia conciencia.Y sin posibilidad de redención.

jueves, 25 de julio de 2013

Quo vadis?



Siempre me ha parecido éste un sketch muy divertido del programa Vaya Semanita; el hombre bienintencionado que acude a comprar un disco y las risotadas que provoca su ingenuidad en el personal de la tienda, por no hablar del remate final de la escena, con el ladrón que acude a robar allí donde no hay un duro. Sencillamente genial, y también kafkiano.

Me he acordado del episodio tras conocer las últimas resoluciones del Tribunal Supremo en casos de corrupción política. Imagino a un ciudadano bienintencionado y pagador de sus impuestos, un Josef K. cualquiera, acudiendo a tan lustrosa instancia en reclamación de una justicia igual para todos y azote de mangantes de cuello blanco. Sobra decir que las risotadas las echarían los excelentísimos ropones y su séquito de funcionarios. ¿Y el ladrón? Quia: el ladrón ha salido por la puerta de atrás subido a lomos de un coche oficial.

martes, 23 de julio de 2013

Consejos vendo...


...y para mí no tengo. Deténganse en el titular. El líder de un país no genera confianza cuando está preso de las sospechas. Pronunciada la sentencia con tanta grandilocuencia por el Director de la Oficina Antifraude de Cataluña , uno piensa que el hombre está apuntando al presidente Artur Mas. Quia! Los tiros-nunca mejor dicho porque algunos tremendistas afirman que se busca su muerte-apuntan a Mariano Rajoy. Fuera espejismos, que por algo esto es un Oasis. El madrileño Daniel de Alfonso, veterano ropón de la Audiencia de Barcelona, tiene claro que no se debe morder la mano que da de comer, de ahí que sin rubor otorgue un 7 a Cataluña en la lucha contra la corrupción, mientras que Madrid se queda en el 4,5, un suspenso que no obstante queda lejos de aquel cero patatero acuñado por Aznar en los años de gloria. ¿A qué se debe esa diferencia? Pues a que los casos célebres de corrupción en Cataluña son antiguos, al menos anteriores a la llegada del Ilustrísimo Alfonso al bien retribuido cargo.

Fue Pujol  el que dijo que catalán era todo aquel que vivía y trabajaba en Cataluña y además se sentía catalán. Es evidente que De Alfonso progresa adecuadamente y reúne a la perfección esos requisitos, en especial el último de ellos, pues sentirse catalán, al menos en la aplicación práctica que a lo largo de los años nos ha brindado el pujolismo, es negar lo evidente y afirmar lo extravagante, especialmente en aquello que tenga que ver con la corrupción. Ahora hay menos corrupción y se combate mejor la nueva que va surgiendo, sobre todo si nos comparamos-mantra nacionalista-con el la bestia negra de la Meseta. Todo un presente reconfortante que auspicia un futuro glorioso si sale adelante-gracias, amigo Fuga, por la información-la propuesta del melifluo Anson para el año 2015: una gran amnistía para la clase política con ocasión del cuarenta aniversario de la entronización del monarca. Todo un apaño de mayor corrupción que daría un nuevo sentido a la vieja Estaca de Lluís Llach, canción que a buen seguro conoce el integradísimo Don Daniel: si yo tiro fuerte por aquí, y tú tiras fuerte por allí, seguro que cae, cae, cae...

sábado, 20 de julio de 2013

De la militancia de los ropones



El antaño independiente de la mañana descubre que el presidente del Tribunal Constitucional abonó durante un tiempo la cuota de militante del Partido Popular, y lo vende-gran titular- como una primicia fascinante que puede dejar en pelotas todo un sistema que viene ya averiado desde los tiempos de la Transición. Rápidamente, como es costumbre en los últimos tiempos, los turiferarios del gobierno hicieron mofa de la noticia con el obvio argumento de que el Tribunal Constitucional no forma parte del poder judicial, sino que es otra cosa más rumbosa. No forma parte de ese poder pero puede, como última instancia y mediante el recurso de amparo, modificar lo que hayan sentenciado otros tribunales, incluso valorando las pruebas que ante ellos se han desplegado; y si no, para los desmemoriados y poco informados, que se lo pregunten al conglomerado de Bildu.

En el titular y su respuesta late una tremenda ingenuidad que demuestra hasta qué punto el personal anda preocupado por el sexo de los ángeles: los jueces no deben tener ideología, y si la tienen, que no se plasme jamás en un carné de afiliado. El problema de unos y otros es debatir sobre algo que ya está más que asumido por una sociedad lanar que asiste al espectáculo periódico de unos partidos que se pelean por colocar a los juristas de su cuerda en todas clase de tribunales y en el propio Consejo General del Poder Judicial. Estamos, pues, ante discusiones bizantinas que sólo se dan en ese Foro, Madrid, donde todo se dramatiza y nada se aclara: en Catatònia, por contra, magistrados en activo que sí pertenecen al Poder Judicial declaran y escriben a favor de la consulta separatista y no pasa nada, no se rasgan vestiduras ni se indaga en los archivos de los partidos. Ahí tienen, más hay, una de las razones por la que esto es un Oasis.

jueves, 18 de julio de 2013

España cañí


Uno desconoce qué interés periodístico puede tener esta portada de La Gaceta, y hasta asume que el verano es propicio para el adelgazamiento de la canallesca, y la presencia de noticias poco relevantes, pero teniendo en cuenta el azote de la actualidad política en este tórrido julio, y agosto promete más de los mismo, que un diario salga de esta guisa es la demostración de que no cuadran las cuentas ni tampoco la vergüenza. El Grupo ha pasado del lema orgullosos de ser españoles a llenar una mesa de tertulia con personajes de extrema izquierda a los que se añade un Ramoncillo-antaño rey del pollo frito y ahora un pollo sin cabeza-que abandera la secesión de Cataluña, lo que sin duda sería motivo para que aquellos patriotas que se hicieron del club intereconómico pidiesen ahora la resolución de un contrato a todas luces fraudulento con los pertinentes daños y perjuicios. Vista la deriva moral y certificado el desastre contable y puestos también a especular con ese toque gore de la portada, habrá pensado el director que ya sólo cabe apelar a la hombría de un torero despelotado con un tajo en la ingle y el mensaje subliminal de que más cornadas da el hambre dirigido a unos trabajadores que hace tiempo que no cobran.

martes, 16 de julio de 2013

De lo importante



De Franco dicen que tenía dos pilas de expedientes en su mesa de trabajo y que más o menos abultaban lo mismo: unos eran aquellos expedientes que el tiempo resolvería y otros aquéllos que el tiempo ya había resuelto. De Rajoy, otro gallego, puede decirse más o menos lo mismo, si bien cambiando la denominación de esas dos pilas: lo que es importante y lo que no y referido siempre a que de ello se hable o se calle. Así de sencillo y rotundo. Importante es, por ejemplo, que se hable de la ampliación de una factoría de automóviles o de la llegada de un dinerillo procedente de Bruselas para fomentar el empleo juvenil. No es importante, por ejemplo, y por eso se ignora y no se habla, el asunto Bárcenas o el órdago separatista catalán, un asunto este último que Mariano solventa con la oposición de la Abogacía del Estado a la declaración soberanista del parlamento catalán. Puestos a encontrar similitudes con el franquismo, cualquier día de éstos el presidente despachará a un colaborador quejoso con la frase predilecta del Caudillo: haga como yo y no se meta en política. Quizá otro día, ya puestos, verá Mariano cómo llega un motorista a la Moncloa para entregarle un sobre con su propio cese. O dimisión.

domingo, 14 de julio de 2013

Nueve hombres sin piedad


Estaba cantado desde hacía tiempo: un jurado popular condena a José Bretón por el asesinato de sus dos hijos. También estaba escrito que el reo acogería el veredicto del pueblo sin pestañear, actitud imperturbable mantenida a lo largo del juicio que sin duda dará para que unos cuantos periodistas y (para)psicólogos escriban algún que otro libro sobre lo que ellos consideran síntesis y metáfora de la maldad. España está feliz con una decisión que reconcilia al castigado pueblo con la no menos castigada justicia y ya sólo espera que empiece la Liga de fútbol antes de que el tórrido verano cause más estragos de los habituales. Pero España también ha respirado aliviada con un veredicto que se hacía esperar más de lo habitual y que hacía presagiar lo peor, que Bretón se pudiese ir de rositas por alguna que otra duda razonable sembrada por la ausencia de pruebas de ADN o por una cadena de custodia de los restos que dejaba mucho que desear. Pero la sangre no llegó al río y la decisión fue unánime, televisada y aplaudida a partes iguales. Queda la sentencia y la pena a imponer por tan repugnante crimen, y hasta el ya anunciado recurso de la defensa, pero eso ya forma parte del pasado, porque el pueblo ya no volverá a hablar.

viernes, 12 de julio de 2013

Odia el delito


Aprieta el calor, algo menos que los papeles de Bárcenas, y volvemos con la máxima socialdemócrata en materia penitenciaria. Dos expresidentes de los Ferrocarriles de la Generalitat salen de prisión al  mes y medio de haber entrado. Todo un récord, pues habían sido condenados a más de cuatro años por malversar cerca de tres millones de euros. Lo gracioso, y ahí ya tenemos el perdón del ofendido adherido al expediente, es que es la propia administración catalana, en teoría perjudicada por esta delito, la que concede el tercer grado a unos individuos que, según la junta de tratamiento, tienen la férrea voluntad de devolver el dinero. Se desconoce si el fiscal, aparente garante de la legalidad en una tierra sin ley, recurrirá una decisión que podría ser ajustada a Derecho-otra cosa es la infamia moral que supone el agravio comparativo-pero que contradice una reciente circular del Departamento de Justicia que fijaba que se debía tener cumplida la mitad de la condena para acceder a dicho beneficio penitenciario.

Una vez más, y despreciada la gracia del indulto en un delito de cuello blanco, la compasión por el delincuente-mandándolo a dormir a su casa de lunes a jueves-sepulta los fines de la pena y deja las sentencias firmes en una mera recomendación que al final examinan funcionarios a sueldo del poder ejecutivo, sin que el ulterior control judicial sobre la decisión inspire demasiada confianza en un respetable que sólo ve dos varas de medir en cada telediario y tertulia que se zampa. Imaginen ahora que el gobierno vasco tuviese competencias en una materia tan sensible como las prisiones y, ya puestos, calculen las cuadrillas de Bolinagas que felizmente andarían de txikiteo por tabernas y txokos. La descentralización administrativa consagrada en la carta magna era esto: alejar la justicia del pueblo y acercarla a las manos de los políticos.

miércoles, 10 de julio de 2013

Vísteme despacio


¿Que cómo lo veo, Don Luis? Pues yo, qué quiere que le diga, lo veo mal.

Algo así debió decirle Miguel Durán a Luis Bárcenas en la prisión de Soto del Real, aunque para consuelo del preso, y si bien es de tontos, mal, lo que se dice mal, lo tienen unos cuantos. Rajoy pudo torear la dación en pago y ya veremos si  puede hacer lo mismo con la dación de papeles. Porque los papeles, más o menos viejos y arrugados, acaban convirtiéndose en fundamentales a la hora de poner patas arriba un país como éste: recuérdese, si no, aquel primer comunicado de los GAL que apareció diez o doce años después de su elaboración y que había redactado Ricardo García Damborenea. Papeles, pues, con solera, como esos puros, aseguran, que junto a los sobres llegaban puntualmente a Génova 13.

Pero faltan los recibos, afirman los defensores de un sistema que se cae a trozos y que pretenden apuntalar en su propio beneficio. Es bastante probable que los recibos, o cualquier otro documento similar, acaben llegando a manos del juez, incluso alguna colilla de Montecristo con restos de saliva, por lo que en la Audiencia Nacional tendremos un baile de peritos calígrafos y químicos certificando lo que los apologetas del régimen señalan desde hace tiempo: que la política está mal pagada y que se recurre a los sobresueldos a fin de paliar tamaña anomalía. Y si bien flotará siempre en el ambiente la espinosa cuestión de las comisiones ilegales, ya sabemos por Cospedal que las mentiras, como las mordidas, no se documentan. Salvo que sean las mentiras de un programa electoral, claro.

domingo, 7 de julio de 2013

Del laconismo


El Partido Popular manifiesta, como ha hecho siempre, respeto a las decisiones judiciales en todos los procedimientos.

De esta guisa, con pocas palabras y sin la cobertura del plasma, despachaba el Partido el encarcelamiento del que fuera su tesorero. Bien está, aunque puestos a moverse en el terreno de la retórica y sin abandonar el formato del telegrama, quizá hubiese sido conveniente añadir el término acatamiento, más rotundo para reforzar tamaña indigencia intelectual. Hay una pereza en el Partido que es extensible al gobierno y su presidente y que sirve, en general, para que el discurso vacuo adquiera esa categoría de declaración institucional que tanto indigna a los medios y tan indiferente deja a la masa. Es la muletilla del ya escampará que el presidente aplica a todos los órdenes de su vida y que en política lo mismo sirve para el ámbito doméstico que para la Europa de los pérfidos mercados. La estrategia, en fin, de Don Tancredo que con tanto éxito se aplica en Cataluña-paradigma de administración que ni respeta ni acata las decisiones judiciales-para la lidia del toro separatista. Lo malo es que ahí, en el Ostfront, no parece escampar, quizá porque no haya un garante del cumplimiento de la ley, quedando el Fiscal General del Estado para la defensa de esas extrañas contiendas que siempre se dirimen en el Foro y nunca en la provincia.

jueves, 4 de julio de 2013

La otra Cataluña



Catatònia es dual: frente al aquelarre independentista del pasado sábado, donde brilló con luz propia el delirio de una casta política y su inseparable masa amorfa, la espontaneidad de los paisanos de Sabadell para promocionar su ciudad y comercio. Y cantando en castellano, si bien eso, como demuestra Ramoncillo de Vallecas, no es garantía de nada. Frente al estreñimiento permanente que exhibe en su rostro Muriel Casals,  incomprensible si se tiene en cuenta la pasta que se lleva como presidenta de Òmnium Cultural, el desenfado completamente desinteresado de los vecinos que se marcan este bailoteo. Es la gran ventaja de transitar por la vida al margen de la política, un espacio en el que, como bien decía Tarradellas, se puede hacer cualquier cosa menos el ridículo.

martes, 2 de julio de 2013

En el ocaso del tiqui-taca


Pese a que desde hace tiempo el fútbol me importa más bien poco, aguanté hasta las dos de la madrugada frente al televisor-meritorio tratándose de Tele5 y sus desgraciados comentaristas- para ver esa castaña de la Copa Confederaciones con la esperanza de que algo interesante sucediese. Y algo hubo. Hasta ahora el tiqui-taca, una táctica que consiste en marear la pelota hasta que el rival sucumbe por aburrimiento, trascendía a lo puramente futbolístico y acababa siendo una suerte de terapia política que garantizaba una cierta cohesión social: con un país quebrado y sin que se vea la luz al final del túnel, los éxitos de la selección nacional servían para tener entretenido y feliz a un personal que el resto del año estaba abonado a la melancolía y el cabreo. Incluso algún soplapollas acuñó el cromático término de La Roja para así evitar pronunciar España, lo que sin duda constituía una prolongación de Ley de Memoria Histórica de Zapatero, todo un ajuste de cuentas retrospectivo y guerracivilista parapetado tras el deporte.

Jugamos con un falso nueve, tenemos un marqués apócrifo, algún jugador no se siente muy español y gastamos un nombre para este combinado autonómico que suena a menstruación: demasiados factores anómalos para tanto éxito ininterrumpido. Pero todo tiene un final, y así lo advertía el seleccionador brasileño, un tipo discreto que supo leer perfectamente el partido: que a este invento, los únicos brotes verdes que asomaron durante el zapaterismo, le quedan dos años, que no es poco para seguir explotando el hallazgo en términos sociopolíticos y como implante más o menos aceptable en una España invertebrada. Pero ahí queda este anticipo de lo que puede ser el ocaso del tiqui-taca, un amargo despertar para aficionados y políticos.