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lunes, 28 de enero de 2013

Ecología



Conocido es que la memoria, a diferencia de la historia, es subjetiva, de ahí que Mariano, hombre al que se le presume,como buen registrador de la propiedad, prodigiosa capacidad memorística, no tenga empacho en afirmar que no recuerda la última vez que se tomó unas cañas con Bárcenas. Obligados, como frente al peor de los reos, a concederle el beneficio de la duda, habrá que pensar que la regeneración democrática era esto, una buena trituradora de papel.

5 comentarios:

Señor Ogro. dijo...

Tener contratada a una empresa para destruir papeles molestos, está muy bien. Pero siempre que tengamos otros complementos bajo control.

Por ejemplo, el tribunal de cuentas, que está perfectamente atado y con el bozal puesto, para que no ladre fuera de control.

O los jueces y fiscales, siempre prestos a mostrarse serviles y babosos, cara al ascenso y la palmada. Quien sabe, si se portan bien, incluso pueden recibir un hueso. Y mientras, para lamer las heridas al orgullo, siempre pueden machacar a algun currante de mierda, al asqueroso lumpen, al pisoteable populacho.

Reinhard dijo...

De toda esta historia, lo mejor es la falta de memoria de Mariano, o el cinismo al servicio,no ya de la política, sino de los propios intereses.

tolerancio dijo...

ojalá que en es flagoneta donde se llevan los papeles a la incineradora figure la propuesta de pacto / claudicación/ fiscal ideada por alicia sánchez camacho, dispuesta a besar los pies a Mas y cia con su sensualísima boquita de piñón...

Aitor Mento dijo...

He de precisar, como ya lo he hecho en red social ante todo lo que ha circulado la foto en cuestión, que son muchísimas las empresas que contratan los servicios de empresas de destrucción de documentos como una subcontrata más. En este caso, para no tener en sus dependencias un espacio, maquinaria y personal destinados a este fin. Que no solamente incluye destrucción de documentos supuestamente "molestos", sino también documentos absolutamente comunes, caducados o que ya no se desean conservar, en los que salen datos confidenciales de la empresa, personal, u otros relacionados.

Y también para que esa documentación no esté en la basura común, con el peligro que eso supone para que gente mal intencionada se haga con esos datos, que esas cosas ya han ocurrido a particulares incluso. A un conocido mío le robaron de su cuenta del banco al haber cogido alguien de la basura documentación correspondiente, incluso juntando pedazos de papel rotos.

Dicho esto, en la sede nacional de Madrid podían haber tenido al menos el cuidado de hacer entrar esa furgoneta por dependencias menos visibles, a otras horas distintas del pleno día, o con los rótulos tapados, si la empresa de documentación no tenía disponible otra furgoneta sin rotular. Esto es el sentimiento de impunidad de la Casta, el creerse a salvo de todo, por lo que no toman ni las mínimas precauciones.

Reinhard dijo...

Ni lo sueñe, Sr. Tolerancio, Mariano cree que la política es para hacer amigos, no para buscarse enemigos.

Don Aitor, de igual forma que la Casta tritura ciudadanos, voluntades e ilusiones, también hace lo propio con los papeles comprometedores. Sin reparo, a plena luz del día.