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miércoles, 31 de octubre de 2012

Otras profesiones


Reconozco que los tiempos que me han tocado vivir me desbordan sin mucha piedad y con pocos remilgos. Acabo de descubrir que existe una profesión nueva, al menos para mí: monitor de comedor.

Eran un grupo se seis o siete, tal vez ocho, mujeres y hombres de diferentes edades, que tomaban café junto a un colegio de la ciudad donde sobrevivo. Dada su estética perroflautesca, y algún comentario políticamente correcto sobre recortes y derecho a decidir que pude escuchar, deduje,con esa gracia del que se apunta un tanto, que eran profesores, esos que hoy enseñan asignaturas como Conocimiento del Medio, hostil añado yo. Mi señora me corrigió y me indicó que eran monitores de comedor y que de profesión nueva-dada mi insistencia en lo que consideraba un hallazgo-nada de nada.

Sorprende que en esta época de recortes-el colegio es público-exista esta egregia figura cuyo cometido no me queda demasiado claro: ¿obligan a los niños a dejar los platos limpios? ¿supervisan los menús para minorías étnicas o diabéticas? ¿amenizan el almuerzo con canciones al estilo cumbayá? ¿idiotizan a los niños con las bondades del camino a la independencia y las hazañas de Messi? Un misterio cuya resolución quizá requiera infiltrarse al estilo de aquel periodista alemán que se hacía pasar por turco en la Alemania de los años ochenta, tarea para la que mi cuerpo y espíritu ya no están preparados.

Pero tampoco hace falta jugar a los espías ni regalar el beneficio de la duda a todos aquellos que van de frente y hacen gala de su ortodoxia: viendo el pelaje inconfundible de estos monitores, su ética y estética, y la hormona de la idiotez con la que se forman y van creciendo los tiernos infantes a los que sirven el rancho, queda vacío de contenido por estéril el debate sobre la conveniencia o no de una castaña como Educación para la Ciudadanía. Y ya puede venir Wert, tipo muy poco de fiar por ser más tertuliano que ministro, con sus deseos de españolizar a los niños catalanes, que lo que se inculque en las aulas será barrido en el comedor.  

Coda: Cuando acabo estas líneas, un abogado en ejercicio me indica que una menor a la que defendió hace tiempo se está reinsertando con la obtención del título de monitora de comedor. Acabáramos. 

lunes, 29 de octubre de 2012

La maldad



Justo cuando Aznar se envuelve en la bandera nacional y sentencia que hay que reconstruir España desde los cimientos, aparece Sánchez Camacho y dice que nones, que nada hay que ordenar, salvo cuatro cosillas, y que el estado autonómico es lo mejor que han visto sus ojos, llegando a calificarlo-ella, que por edad no pudo votar la Constitución-de éxito colectivo. Así andan vascos y catalanes de contentos con la resaca de esa hazaña. No hay solución: desde que Pío Cabanillas acuño aquella humorada de cuerpo a tierra, que vienen los nuestros nunca se vio algo parecido. Aunque por aquellos tiempos de la UCD, y con Suárez a punto de salir por patas con el rabo entre las piernas, España era España y no sólo no se rompía sino que acojonaba al díscolo más pintado.

En un trance tan amargo, con una nación que pide, tal que el chistoso Alcoyano, cinco minutillos de prórroga para remontar la goleada, quisiera uno ser un poco condescendiente con una gente que cabalgando a lomos de un peronismo a la española se dirige hacia un abismo por todos conocido, pero resulta imposible, o al menos muy difícil, arar con bueyes como esta Camacho, que riñe a su hijo si habla español, o pagafantas al estilo Basagoiti&Oyarzábal, pareja circense que se resiste a una retirada que ya no resultaría decente pero sí gratificante. Porque no hay ética sin una cierta,  mínima estética, vino a decir Ortega Lara cuando dio el portazo tras olerse la tostada de aquel congreso de Bulgaria, capital Valencia.

Presos de la estulticia, son malos con avaricia, ocurriendo además-pues la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla-que el transcurso del tiempo ha traído consigo un notable perjuicio estético: partiendo de aquella maciza Norma Duval hemos llegado a esta chiquita Soraya.


viernes, 26 de octubre de 2012

Necrológica


Hace un par de días fallecía Txomin Ziluaga, histórico dirigente y fundador de Herri Batasuna, una de las cabezas mejor amuebladas-dicen-de la izquierda abertzale, lo que tampoco es para tirar cohetes. Crítico con ETA tras la matanza de Hipercor, quizá por aquello de que no todos los muertos son iguales, abandonó la coalición por su propio pie, aunque más tarde sería expulsado y zarandeado de otros cargos bajo la acusación de traición. Fue profesor de ciencias políticas, lo que no es bueno ni malo, tal vez aburrido, y como buen vasco seguramente dominaría la cocina y el mus, aunque para la posteridad quedarán siempre aquellas palabras suyas, ya ha llovido, sobre el aborto:

En HB somos partidarios del aborto porque cada año lo hacen clandestinamente en Euskadi 3.000 mujeres en condiciones de salubridad tales, que peligra, no sólo la vida de la madre, sino también de la criatura.

Que la tierra le sea leve.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Imágenes



Tras su victoria electoral, salía un radiante Urkullu con la bandera de la gran Euskal Herria a su espalda, esa que contiene el escudo de Navarra junto al de los restantes territorios de la patria vasca. Nada nuevo bajo el sol, o como cantaba Julio Iglesias, la vida sigue igual. En la campaña de las generales Mariano le prometía a la presidenta de Navarra que una de sus primeras medidas sería suprimir la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución, la que posibilita la anexión de Navarra por el País Vasco, o una más o menos voluntaria adhesión de los navarros a esa Arcadia feliz y próspera del cupo carlista, concierto privilegiado con buena música de fondo.

Un año después de aquella promesa, con un País Vasco bajo la hegemonía nacionalista y una Cataluña metida en la senda del Estado propio, la citada disposición sigue transitando en su sitio y Mariano en el suyo, que no es otro que fumarse un puro balbuceando que lo importante es la economía y la creación de empleo, necio voluntarismo que queda con el culo al aire cada vez que se muestran las cifras macroeconómicas pero que ofrece una imagen de seriedad, de compromiso y trabajo que siempre glosará algún plumilla agradecido o tertuliano indocumentado, pensionados del régimen al estilo Marhuenda y Quevedo que recuerdan mucho a los músicos del Titanic.

Pero una imagen vale más que mil palabras, y junto a la bandera que lucía Urkullu queda también la cara de tonto útil de un petardo como Basagoiti ante la miseria de su propia existencia política, indiferente ante las pocas nueces que se recogen de un árbol machacado por ellos mismos. Aunque bien pensado y como réplica a esa sensación de que todo permanece igual, los genios de la calle Génova, aferrados a una Constitución quebrada pero de la que tanto maman, siempre dirán que los tiempos han cambiado y que ellos han sabido adaptarse, dejando como muestra de tal hazaña el nuevo logotipo del partido en Cataluña. Mientras, Navarra puede esperar; España, o lo que de ella queda, también.


lunes, 22 de octubre de 2012

Cataluña: nuevo Estado...de shock (y V)


Por Tolerancio


Bajo el balcón

Vigilia del 11 de septiembre de 2012. 23h 30’. Pueblo Seco, Barcelona.

Estoy mirando la tele repanchingado en el sofá del saloncito. Un chupito de ron y un pitillo. Mi señora se ha ido a la cama. Vencido por la pereza hago záping distraídamente… hasta que me sobresaltan los redobles de un tambor y el atiplado son de un instrumento de viento que no identifico y que podría ser una suerte de dulzaina o caramillo, qué sé yo.

Me asomo al balcón. Por la plaza Navas, rumbo al Paralelo, desfilan durante unos minutos docenas de personas que portan antorchas y banderas separatistas. Me pellizco las mejillas. Eso está pasando… es más, está pasando bajo mi balcón… No es una imagen hipnagógica, propia del sopor del duermevela donde se junta y confunde el onirismo y la realidad en un gurruño incomprensible… no. Sucede, es real.

Y recuerdo entonces unos carteles ricamente impresos pegados por todo el barrio anunciando una marcha nocturna de antorchas (marxa de torxes), pues el efecto escenográfico de una marcha diurna no sería el mismo. Los juramentados de la patria enlazan los barrios de Sants y de Pueblo Seco y concluirán su recorrido en la plaza del Molino, ante al emblemático cabaret.

Hay gente asomada a los balcones. Los vecinos de enfrente, dominicanos, los mismos que me chafan todas las siestas en fin de semana pinchando bachatas, merengues y cumbias a todo trapo, aplauden sandungueros a los nocturnos manifestantes, pensando que se trata de una charanga folclórica o de una agrupación de santería itinerante. Dicen para sus adentros: están chifletas estos rostros pálidos. Fumo el pitillo apoyado en la barandilla, en silencio. Los patriotas noctámbulos no reparan en mí.

Un escalofrío me sacude el espinazo. Es verdad que no marchan en compacta formación, golpeando el suelo acompasadamente con botas de caña alta, ni visten camisas pardas.  No parecen las SA. Pero pienso que mejor estarían en sus casas haciendo záping, leyendo un libro o replicando en la intimidad de su domicilio las proezas manuales de Olvido Hormigos, mi concejala favorita. Pero ahí los tienes, ondeando sus banderas e iluminando la noche sus antorchas con un cierto afán purificador, como de Auto de Fe. Son uno bajo las estrellas… bajo la estrella solitaria de su bandera.

Pretenden guiarnos de la oscuridad de las tinieblas a la luz del paraíso en la Tierra. Pienso que, llegado el caso, me tirarán de las orejas para seguir sus pasos y comulgar a la fuerza con su felicísimo mesianismo y si no lo hago… ay, de mí… esa misma antorcha podría prender una buena pira de leña amontonada bajo mis pies. Entre esos fulanos, sospecho, está el tipo que incluirá mi nombre en una lista. Y no le darán ni treinta monedas, pues no las valgo… y porque esas cosas hay quien las hace por gusto y gratis.     

viernes, 19 de octubre de 2012

Martxelo


Todo parece indicar, a perro flaco todo son pulgas, que el Tribunal de Estrasburgo le ha cogido el gustillo a zurrar la badana al Reino de España; así, tras casos como el de Otegi y alguna etarra disconforme con la doctrina Parot, llega el turno de Martxelo Otamendi, director de Egunkaria, allá por el año 2003, cuando fue detenido por pertenencia y colaboración con la banda armada. El palo sube a 20.000 pavos por daños morales y otros 4.000 por costas: miseria todavía para un Estado quebrado a punto de recibir un generoso cheque.

Entre las presuntas torturas y malos tratos no investigados, y denunciados por el amigo Martxelo, hay insultos homófobos. Terrorífico, sin duda. Brutal. Uno imagina el proceso de captación de jóvenes terroristas en los años de plomo y ve a un aspirante a gudari que pregunta por las consecuencias de una caída y recibe por respuesta un lacónico cuatro galletas y que te llamen maricón. Ante tan graves consecuencias, frente a tamaña tortura, es posible que hoy la secta etarra siguiese a lo suyo, dale que te pego con cientos de tíos calentando en la banda para saltar al monte en cualquier momento.

Ironías al margen, y siempre pensando en un hipotético recurso, que no sé si cabe ni tampoco me importa, y como consejo para los letrados que con tanta gallardía como escaso éxito defienden los intereses de España en una plaza tan hostil, debería alegarse que por aquellos años no estaba España, y mucho menos sus agentes de policía, bajo la gloriosa influencia del zapaterismo, el buen rollito y la lucha contra la homofobia. Y que siempre es mejor, señorías de Estrasburgo y amigo Martxelo,, pecar de palabra que de obra, que te rompan la moral a que te rompan el culo.

martes, 16 de octubre de 2012

Cataluña: nuevo Estado...de shock (IV)


Por Tolerancio


Por defecto...defectuoso

Para obtener una foto fija del delirio manicomial permanente que se ha instalado en Cataluña por obra y gracia de una burbuja identitaria inflada como un globo aerostático, de la psicopatología de masas… (imagínense la siguiente analogía zoológica: una jaula repleta de rijosos babuinos inyectados en metanfetamina cascándosela sin descanso y profiriendo aullidos estridulantes)… y de la cobardícola dejadez de los partidos mayoritarios, no es preciso recurrir a muy sesudos argumentos. Basta con pulsar el pálpito colectivo y enfocar la lupa de aumento sobre detalles en apariencia irrelevantes, pero que son fidedigno trasunto de la estupidez reinante y, valga la redundancia, de lo que SM el Rey, entre siesta y cacería proboscídea, llamó en acertada prosa abatimiento infecundo.

Por defecto… así lo describió Noelia (le atiende Noelia, dígame), la teleoperadora de Atención al Cliente de la compañía Endesa. Tras corregir, no sin esfuerzo, el importe erróneo de una factura abusiva, 564 € en lugar de los 30 € a que autorizaba la lectura del contador, insté a Noelia a que, en adelante, toda la documentación que me remitiera Endesa lo fuera en lengua española. Unas horas antes había recibido por correo unas disculpas redactadas en catalán.

La eficiente y simpatiquísima Noelia tomó nota, ella hablaba desde el centro directivo de la compañía en Madrid, y admitió que la política de Endesa consistía en contestar en catalán, por defecto, todas las reclamaciones tramitadas desde Barcelona.

Repliqué al punto que ése era un defecto… muy defectuoso, pues la lengua española es oficial, aún, en Cataluña, y es la lengua materna de más de la mitad de los catalanes. Que, en todo caso, siendo Endesa una compañía de ámbito nacional, debería dirigirse a sus clientes en la lengua común y, en todo caso, atender en otras lenguas cooficiales, vascuence, catalán, gallego o silbo gomero, a quienes así lo pidieran, pero no al revés. Le pregunté si Endesa había suscrito un convenio de colaboración con la Generalidad de Cataluña para actuar en calidad de comisariado lingüístico en el ámbito de la facturación eléctrica. Noelia, graciosamente, desmintió tal supuesto.   

Ese mismo día sintonicé por azar el parte meteo del informativo nocturno de TVE-1. De ese modo supe que, por efecto de un temporal, se registraron olas de no sé cuántos metros en el cabo de Matxitxaco. Así apareció en pantalla: ni Machichaco, como lo aprendí de niño, ni Matxitxako, con k en la última sílaba, sino un híbrido repugnante que ofendía a la vista: Ma-txi-txa-co… y era la TV pública que costeamos con nuestros impuestos. Ni en español ni en vascuence, ni pa ti ni pa mí, en una fea y lamentabilísima mezcolanza. Prueba irrebatible… ¿Quién da más?... de la falta de criterio y sustancia en esta España descabalada y cuyas costuras penden de un hilo (pese a estar más cohesionada que nunca, según ZP). En ese mismo mapa, de asimétrica toponimia, Gerona es Girona, pero Alicante no es Alacant, vale que Onteniente pasa a ser Ontinyent. No hay quien se aclare y yo soy la viudita del conde Laurel… 

sábado, 13 de octubre de 2012

Una vela a Dios...



Hay en este gobierno una querencia natural al turismo, que no viajar, pues gracias a Sánchez Dragó y sus andanzas por medio mundo ya sabemos que lo segundo es otra cosa más trabajada y menos prosaica. Si no hace mucho era Mariano el que se calzaba un puro en la Sexta Avenida tras alabar la alianza de civilizaciones de Zetaparo, no iban a ser menos las abogadas del Estado en excedencia que cortan el bacalao-guiso barato y habitual de Cuaresma-en un país que duda entre encomendarse a  San Juan de Ávila o a los editoriales de Marca-si los hubiere-para salir de esta crisis.

Preside este ejecutivo una suerte de café para todos que va mucho más allá del putiferio autonómico del que casi todos maman, un estar en misa y repicando que a nadie deja indiferente: así, el fervor religioso y enlutado que obliga a plantarse en la Roma eterna si se tercia va da la mano con salidas del armario tipo Oyarzábal en territorio Bildu, que ahora hay pax vobiscum para todo hijo de vecino y no se deben disimular los andares. Tal que definirse con empacho como liberal y promulgar leyes confiscatorias. He ahí la auténtica transversalidad que se fraguó en aquel congreso de Valencia, la que pone una vela a Dios  y otra al Diablo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Cataluña: nuevo Estado de shock (III)


Por Tolerancio

Reyes catalanes

  
Una de las gansadas más fantásticas que hemos oído estos días turbulentos es la precisión que hizo Artur Mas (Arturo en Liechtenstein) sobre la jefatura del futuro Estado. Dijo que la Cataluña independiente del mañana no habría de ser, necesariamente, una república. Añadió que él no pensaba acaparar protagonismo llegado el momento (se conforma, eso dice, con guiar al pueblo exódico, cual un patriarca bíblico, hasta la Tierra Prometida).

Por fin, si prosperase la precisión artúrica, tras algunos precedentes históricos, pues hubo reyes catalanes de cuna que ciñeron la corona de Aragón, nos sacaríamos de la chistera una dinastía propia, aborigen, y coronaríamos una regia testa para nosotros solitos, ceremonia que oficiaría, en Montserrat o en Poblet, el cardenal arzobispo Martínez (Sistach) luciendo una abacial sonrisa.

Por tamaño, población y empatía a Mas y su trouppe les seduce la idea de una Cataluña como Holanda, Dinamarca, Suecia o Noruega, que son reinos y no repúblicas, pero también saben que, al poco de estallar la Guerra Civil los sans-coulottes, los milicianos en la retaguardia, profanaron las mortajas de lo más linajudos personajes de la Cataluña medieval enterrados en el monasterio de Ripoll, y que tan venerables osamentas acabaron zambullidas en las aguas del río Ter. Y que sobre toda dinastía que se precie pende siempre el damocleo contrapunto de una afilada cuchilla.

Leemos en una encuesta del diario El mundo que algo más del 80% de los catalanes se inclina por una República como forma de gobierno de proclamarse un estado soberano. Pero casi un 9% prefiere la monarquía. No sabemos si ese 9%, uno de cada diez, pizca más o menos, piensa en una suerte de jefatura de estado continuista, modelo Commenwealth, que tiene a Su Graciosa Majestad, la reina Isabel, como Jefa de Estado nominal en Australia y las islas Cook, pongamos por caso, y si ese segmento de la población se daría por satisfecho con un Joan Carles I de Catalunya o, en unos años, con un Felipe VI de España y Felip I de Catalunya, a imagen y semejanza de la fórmula carolina, Carlos I de España y V de Alemania.  

Pero hay otras soluciones. Proponemos una lista abierta de candidatos a vestir la capa de armiño:

-El conde de Godó, grande de España, y enorme de Cataluña, por los servicios prestados a la causa secesionista desde La Vanguardia (otrora Española).
-Joan Tardà, que gritó Mori el Borbó! (¡Muera el Borbón), exabrupto por el que no fue procesado y que denota cierto afán por dejar el trono vacante, quizá para ocuparlo él, por aquello de que siempre hay alguien dispuesto a ser califa en lugar del califa.
-Oriol Pujol, si pasa la ITV dinástica.
-Joan Laporta, cuyos brindis serían celebrados en medio mundo y él muy ovacionado en el palco del Camp Nou (además su vida cortesana daría que hablar a la prensa rosa).
-Ferrán Adriá, que sustituiría la corona por un gorro de chef, infinitamente más económico, y el cetro regio por una espumadera. Él tendría la receta apropiada para deconstruir las onerosas estructuras del estado anterior.
-Leo Messi, una vez nacionalizado, para meterle un gol a España por toda la escuadra.
-Joel Joan, que sería un rey de cine y muy comprometido con la causa con declaraciones como ésta: Quien ahora no sea independentista en el futuro será considerado un traidor.
-María Lapiedra como reina consorte, pues sabría animar a los súbditos en momentos, como éste, de penuria económica.
-Carmen de Mairena, que ya tiene cierta experiencia monárquica, pues no en vano la consideran Reina del Raval.
-O un duunvirato real con Narcís Serra y Carmen Chacón, que han sido ministros de defensa, y a la ciencia militar, tan conveniente al trono, se une el exhaustivo conocimiento de las fuerzas enemigas, en particular, de sus puntos débiles, que son todos.

Lo dicho: hagan apuestas y propongan a su real candidato.

domingo, 7 de octubre de 2012

Decadentes



...ante la convenida decadencia de la denominada clase política. Así reza una resolución del ropón Pedraz, hijo putativo del prevaricador Garzón y hombre enamorado de su ombligo, para justificar el archivo de unas diligencias por el intento fallido de asalto al Congreso. Algo así alegaron Tejero y Milans en su juicio y se llevaron treinta años de presidio, amén del reproche morigerado por zarandear al abuelo quintacolumnista Gutiérrez Mellado; no hay derecho, clamaron entonces los conjurados como clama ahora una turba arruinada y desahuciada que encuentra en el hostigamiento a la casta política la versión más cool del resentimiento social.

Querían gobierno y policía que la causa acabase en la Audiencia Nacional para que la chusma perrofláutica se llevase una condena más dura: no podía ser más ingenua la policía ni más necio el gobierno. La justicia es sana virtud que rara vez está de guardia en dicho tribunal, el mismo que da la blanca a Bolinaga para que cuando toque-que lo diga Dios y no los médicos-muera en familia o en la herriko taberna echando un mus, o el que no tiene reparos ni vergüenza en cortar el vuelo del Faisán, bicho entrañable del que ya nadie-ni el palurdo tertuliano Gil Lázaro-se acuerda. Echaron a Garzón y lo celebraron por todo lo alto sin tener la habilidad de aceptar su envenenada herencia a beneficio de inventario.

Algún pepero se desmelena y, antes de recular y creyendo que está ante un hallazgo literario, tilda a Pedraz de pijo ácrata, desconociendo que el pijerío ácrata no es ninguna extravagancia-y mucho menos hallazgo-en un país que ya es conocido hasta en Estados Unidos. Políticos, sindicalistas, ropones y periodistas, todos con el riñón bien cubierto, atizan la hoguera de la acracia para glorioso entretenimiento de una plebe que ha cogido el gusto a unas manifestaciones que presagian lo evidente: no hay rescate para España más allá del puramente moral, pues dinero sobra, como certifica un ministro dispuesto a regalarlo para que se enseñe español en las escuelas del Ostfront, ignorando que lo barato es la aplicación de la ley, esa desconocida.

viernes, 5 de octubre de 2012

Cataluña: nuevo Estado de...shock (II)


Por Tolerancio

El último valle


El valle de Arán es una delicia. Un valle precioso, abierto a Francia, y por eso si uno pasea por sus pueblitos… -casitas de piedra, balconadas de madera, tejados de pizarra-… y aguza el olfato, capta el aroma refrescante y sanador del centralismo jacobino, con ese toque amargo y picantón, carbonatado, que deja en la pituitaria una buena tanda de monarcas huevones guillotinados.

Incluso el río Garona que nace en España, cerca de allí, recorre el valle y se larga a Francia. Podría haber optado por ser un afluente del Ebro, pero se olió el paño y el rebaño y no quiso saber nada de nosotros, no fuera que algún cenutrio acabara por blindar sus aguas… una cosa tristísima y deprimente, casi como ponerle un cinturón de castidad a nuestra idolatrada concejal yebenita, la bella Olvido, cuyos encantos son ya patrimonio de todo un pueblo. De modo que el río Garona emprendió su propia singladura fluvial para unir sus aguas al Dordoña y formar el estuario de la Gironda, a tiro de ballesta de Burdeos, tras regar anchurosas vegas que producen caldos de renombre internacional.

¿Y qué decir de la olla aranesa?... un cocido montañés que es la versión mejorada de la escudella catalana y que el excursionista fatigado paladeará con la fruición de un sátrapa persa.

Tras la acometida separatista de estos últimos días, en el valle cuestionan que la nueva Cataluña independiente respete la diversidad interna del principado, quién sabe si reino en adelante… (el Bajo Llobregat no es lo mismo que el Bajo Ampurdán, para entendernos)… esa diversidad a escala española que tanto reclaman los prohombres de la patria, en sus quermeses lacrimógenas, a los opresores mesetarios, rascasobacos y recoge-boñigas, tan duros de oído como de corazón. No nos comprenden… y es que de niños se tragaron todos los episodios de Calimero, el pollito negro con un cascarón en la azotea.

El valle quiere preservar sus caminos y sendas de tanto ruido y tanto marmolillo y por eso nos da la espalda con sus abruptas montañas. Es como el Último valle, al que llega una partida de mercenarios capitaneados por Michael Caine durante las guerras de religión que devastaron Europa en el XVII… aquella banda manicomial, cada uno de siete leches distintas, con Hansen, Farelli y el aullador niño-soldado. Lo ponen todo patas arriba. Las viudas más livianas del lugar consienten en desfogar a la tropa belígera y ardorosa. Una magnífica estrategia de superviviencia. Allí se refugia Omar Sharif huyendo de la guerra, de la hambruna y de las epidemias. 

Oh, el valle de Arán… mi paraíso en la Tierra. Te calzas unas botas y en dos zancadas te plantas en Francia. Y, Adiós… au revoire. Nunca se sabe. Otro aliciente más: en el estanco de Bossòst puedes comprar Gauloises negros, más cortitos y de boquilla más ancha. Pero soy pobre y no me da para comprar una casita, una cosa sencilla, nada de lujos. Se admiten ayudas económicas.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Cataluña: nuevo Estado de...shock (I)


Por Tolerancio


Aullidos por la independencia


Melonadas sin cuento, gansadas a porrillo, ruido, desbarajuste apocalíptico, manicomial… contra un fondo de ambigüedad cobardícola. La densidad de animaladas, desplantes y traiciones en todos los frentes con motivo de la anunciada separación de Cataluña vertidas estos días en una suerte de brollante manantial emético, desatado, desbordante, sólo es comparable a la facultad compresora, jibarizante, de los catalanistas de amontonar a millón y medio de personas en una superficie de 140.000 metros cuadrados… (a más de 10 unidades humanas/ metro cuadrado)… prodigio del ilusionismo que nos recuerda el chiste aquel de cómo meter 4 elefantes en un SEAT 600: pues 2 delante y 2 detrás.

No habría espacio para glosar tanta majadería de modo que se impone dar fe de este escenario delirante con otro tipo de datos, desconectados de la realidad política en sentido estricto, pero muy descriptivos.

Meses atrás pasó desapercibido un estudio que ilustra a las mil maravillas la actual encrucijada histórica que vivimos (es histórica porque sucede efectivamente, como fue histórica la Guerra de las Naranjas con Portugal, y será histórica en el sentido de que ocupará un lugar de honor en el ránking mundial de la imbecilidad colectiva). Con motivo de la reintroducción del lobo en algunas comarcas catalanas (1), unos sesudos naturalistas concluyeron que los lobos, átame esa mosca por el rabo, aúllan de manera distinta según sus áreas de distribución en la Península Ibérica.

No damos ni para la unidad lobuna. Ante la acelerada desvertebración territorial, la única posibilidad de que España… (más cohesionada que nunca, Zapatero dixit)… no se deshilache del todo es que el marasmo sea tal que los actores de esta confusión descomunal se enreden tanto que permanezcan unidos en un gurruño inseparable, a su pesar. Entretanto los lobos galaicos se transforman en híbridos humanos, en los lobisomes de la licantropía céltica. Los lobos meridionales, víctimas del hambre secular, reclaman la deuda histórica e hincar el diente a más ovejas. Los nuestros, sujetos al hecho diferencial catalán, aúllan de diferente modo. Y así todos danzan en una suerte de esperpéntica lupercalia fragmentada por mitosis. Hablando de danzas, de rodarse un remake de Bailando con lobos en Cataluña, es claro, el protagonista habría de unirse a los asilvestrados cánidos, claro es, en una sardana. Auuu! (traducción: ¡Auuu!).


(1) Cabe, se dijo, que algunos de esos lobos procedieran de Italia y no sabemos si esa suposición se debe a que los lobos itinerantes, tras el aullido de rigor a la luna, añaden algo así como porca miseria o capsici o porque visten su peludo lomo con una camiseta de la Roma, con la loba capitolina en el escudo.

lunes, 1 de octubre de 2012

Trío de ases



Cada vez que el trío de la bencina asoma el hocico en la sala de prensa tras un consejo de ministros, o reunión similar, un escalofrío recorre el cuerpo, una sensación de sobresalto parecida a la que provocaban aquellos avances informativos de televisión española de los setenta y ochenta-años de plomo-que cortaban una película o dibujos animados para anunciar, con un mapa ilustrativo, que un atentado se había producido en el Norte. Su presencia es sinónimo de malas noticias; ni siquiera, en un alarde de ingenuidad, se espera que tras ellos aparezca el jefe para anunciar que se va aplicar el tan célebre como inédito artículo 155 de la Constitución.

Ya en 2008, y antes de aquel congreso a la búlgara, Mariano decía que en un partido que se preparaba para refundarse sobre la nada no tenían cabida liberales ni conservadores, lo que era un anticipo de lo evidente: vía libre para los socialdemócratas, peronismo a cuatro años vista. Frente a la amenaza secesionista, el mensaje vacío de que lo que importa es salir del pozo económico, un mantra en el que ya sólo cree a pies juntillas el patético director de La Razón y que se traduce en medidas altamente tóxicas para la libertad y el bolsillo de una clase media liquidada.

Pero de este pozo sin fondo ya sólo se puede salir jugando a una lotería devaluada al veinte por ciento. Y es que en toda esta felonía quedaba por ver qué medida estrella guardaba celosamente este trío del mal fario, y ahí está: gravar la suerte. Ya se decía que el fondo de rescate de las autonomías saldría de Loterías del Estado, que no Lotería Nacional: tieso como la mojama dicho fondo tras las peticiones de los manirrotos, alguien debe reponerlo. Qué suerte la nuestra, que todavía podemos disfrutar del momento, como Mariano fumándose un puro en la Sexta Avenida antes de que llegue la Troika.